Con la oportunidad de colocarse primeros de la clasificación saltaron los madridistas al Reyno de Navarra con el mismo once con el que goleó al Zaragoza antes del parón navideño, a excepción del regreso de Xabi Alonso, que sustituía a Diarra. Los primeros minutos del encuentro fueron de cierta imprecisión por parte de los dos equipos, y el pulso entre ambos por hacerse con el mando del partido no encontraba ganador. Van der Vaart (4’) e Higuaín (5’) fueron los primeros en explorar el territorio defendido por Ricardo. Aranda y Camuñas (18’) hicieron lo propio en casa de Casillas.
Por entonces el Real Madrid dominaba con algo más de claridad que su rival, pero las ocasiones de peligro brillaban por su ausencia en ambas áreas. Superada la primera media hora, Puñal colocaba una falta al borde del área pequeña, pero Flaño cabeceaba desviado ante la presión de Xabi Alonso (31’). La respuesta de los blancos llegó con un jugadón de Arbeloa (con bicicletas incluidas del defensa) que sentó a Azpilicueta y dejó el balón a Van der Vaart, que envió a las manos de Ricardo. Con las líneas muy juntas y presionando bien en el centro del campo, Osasuna plantaba cara a su rival. Al borde del descanso, la mejor ocasión estuvo en la cabeza de Nekounam, que picó un balón al que Casillas respondió con una parada para enmarcar. El rechace, casi en las botas de Aranda, lo desbarataba Garay.
El partido llegó al descanso sin goles en el electrónico y la reanudación puso a los mismos 22 jugadores sobre el césped, pero saltó un Real Madrid más enérgico que el de la primera mitad. Los blancos comenzaron a robar muchos más balones en el centro del campo y a llegar con más contundencia al marco rival. El primero en cargar el fusil fue Cristiano, que tras irse de dos dejaba el balón para Marcelo, pero Ricardo despejaba de puños el disparo del brasileño (47’), que minutos después lo volvía a intentar desde la frontal del área. Mucho más animado, el partido sólo contaba, hasta el momento, las ocasiones de los madridistas.
El dominio de los blancos crecía más y más con cada ocasión. Y poco después de que Cristiano Ronaldo mandara a la grada un lanzamiento de falta (57’), Higuaín tuvo en sus botas la ocasión más clara del partido. Flaño se resbala en la banda y deja el camino libre al argentino, que se planta ante Ricardo, pero el disparo del ‘20’ blanco se ahogó en una mano prodigiosa del meta osasunista (64’). Pellegrini daba entrada a Benzema por Van der Vaart y a Raúl por Higuaín. Mientras, Camacho metía a Masoud y Rúper para reforzar la medular.
Osasuna no bajaba los brazos pero las oportunidades de los rojillos apenas llegaban con peligro a los metros finales. La única clara databa ya del 61’, cuando Flaño cabeceaba al segundo palo un balón al que Casillas no llegó y que Marcelo salvó en línea de gol. Antes del pitido final hubo tiempo para que Cristiano lo intentara de nuevo a balón parado, pero, desde treinta metros, el disparo del portugués volvía a marcharse fuera. Osasuna aguantó estoicamente el asedio de un Real Madrid que no logró abrir el marcador del Reyno de Navarra pero que mantienen intactas sus opciones de conquistar el título de Liga.
Por entonces el Real Madrid dominaba con algo más de claridad que su rival, pero las ocasiones de peligro brillaban por su ausencia en ambas áreas. Superada la primera media hora, Puñal colocaba una falta al borde del área pequeña, pero Flaño cabeceaba desviado ante la presión de Xabi Alonso (31’). La respuesta de los blancos llegó con un jugadón de Arbeloa (con bicicletas incluidas del defensa) que sentó a Azpilicueta y dejó el balón a Van der Vaart, que envió a las manos de Ricardo. Con las líneas muy juntas y presionando bien en el centro del campo, Osasuna plantaba cara a su rival. Al borde del descanso, la mejor ocasión estuvo en la cabeza de Nekounam, que picó un balón al que Casillas respondió con una parada para enmarcar. El rechace, casi en las botas de Aranda, lo desbarataba Garay.
El partido llegó al descanso sin goles en el electrónico y la reanudación puso a los mismos 22 jugadores sobre el césped, pero saltó un Real Madrid más enérgico que el de la primera mitad. Los blancos comenzaron a robar muchos más balones en el centro del campo y a llegar con más contundencia al marco rival. El primero en cargar el fusil fue Cristiano, que tras irse de dos dejaba el balón para Marcelo, pero Ricardo despejaba de puños el disparo del brasileño (47’), que minutos después lo volvía a intentar desde la frontal del área. Mucho más animado, el partido sólo contaba, hasta el momento, las ocasiones de los madridistas.
El dominio de los blancos crecía más y más con cada ocasión. Y poco después de que Cristiano Ronaldo mandara a la grada un lanzamiento de falta (57’), Higuaín tuvo en sus botas la ocasión más clara del partido. Flaño se resbala en la banda y deja el camino libre al argentino, que se planta ante Ricardo, pero el disparo del ‘20’ blanco se ahogó en una mano prodigiosa del meta osasunista (64’). Pellegrini daba entrada a Benzema por Van der Vaart y a Raúl por Higuaín. Mientras, Camacho metía a Masoud y Rúper para reforzar la medular.
Osasuna no bajaba los brazos pero las oportunidades de los rojillos apenas llegaban con peligro a los metros finales. La única clara databa ya del 61’, cuando Flaño cabeceaba al segundo palo un balón al que Casillas no llegó y que Marcelo salvó en línea de gol. Antes del pitido final hubo tiempo para que Cristiano lo intentara de nuevo a balón parado, pero, desde treinta metros, el disparo del portugués volvía a marcharse fuera. Osasuna aguantó estoicamente el asedio de un Real Madrid que no logró abrir el marcador del Reyno de Navarra pero que mantienen intactas sus opciones de conquistar el título de Liga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario