
Y para que eso ocurra el próximo 18 de diciembre en Nyon (Suiza), los hombres de Pellegrini, que dependen de sí mismos, deben cerrar la fase de grupos igual que la empezaron: con victoria. Para la contienda, 20 hombres han viajado hasta tierras francesas, entre los que se encuentra Cristiano Ronaldo, precisamente ante el mismo rival contra el que se lastimó el tobillo derecho. Después de perderse los dos encuentros ante el Milan y disputar veinte minutos ante el Zúrich, el portugués regresa con fuerza, y muchas ganas, a este cierre europeo.
Varios son los nombres propios que tendrán un protagonismo especial en el partido. Del lado francés, la presencia de dos ex madridistas: Fernando Morientes y Gabriel Heinze. Del lado blanco, el regreso de Benzema a Francia, donde jugó en el Olympique de Lyon durante cuatro temporadas. En ese tiempo, el delantero le marcó a su rival de esta noche tres goles en cinco partidos. Además, la pasada campaña Benzema se convirtió en el verdugo del Olympique de Marsella al anotar el único gol de un encuentro que dejó al equipo galo fuera de la Copa de Francia en 1/16 de final.
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