Siete de siete. El Santiago Bernabéu sigue siendo un fortín en la presente Liga. De ello se encargó un Real Madrid que hizo vibrar a su público con uno de sus mejores partidos de la temporada. Los blancos realizaron una espléndida primera parte, a la que sólo le faltaron más goles que añadir al conseguido por Sergio Ramos. En el segundo acto, cambió todo. De dejar el partido sentenciado se pasó a la remontada visitante, con dos goles del Almería que pusieron en peligro los tres puntos. Tocaba heróica, y los tantos de Higuaín, Benzema y Cristiano Ronaldo en un trepidante final se encargaron de conseguir que la victoria se quedara, justamente, en casa. Ahora, a Marsella.
CRÓNICA
Tras realizar el saque inicial, el Almería perdió rápidamente el balón ante la presión del Real Madrid y vio cómo los blancos mantuvieron, durante más de un minuto, el esférico en los pies. La primera jugada del encuentro daba ya una idea de cómo iba a ser en su totalidad. Con Xabi Alonso como referencia en la medular, Granero y Van der Vaart disponiendo de libertad en la línea de tres cuartos, y Cristiano Ronaldo e Higuaín intercambiando constantemente sus posiciones en ataque, los madridistas se convirtieron desde el mismo comienzo en dueños del partido, con una posesión de balón incontestable.
Pellegrini ha hecho siempre mucho hincapié en dos conceptos: presión defensiva y movilidad en ataque. Eso fue exactamente lo que sus jugadores hicieron durante la primera parte. Los blancos salieron a por todas con un fútbol rápido y vertical que hizo que las ocasiones, algunas de ellas muy claras – Higuaín, Granero y Cristiano Ronaldo se encontraron con un inspirado Alves- fueran sucediéndose durante todo el primer periodo.
El juego y las ocasiones eran para el Real Madrid, pero el gol parecía resistirse. El conjunto blanco, no obstante, mantuvo la misma línea de juego consciente de que estaba en el camino acertado. Y así fue. Pasada la media hora de partido, Raúl Albiol abrió un balón a la banda derecha tras un rechace. Cristiano Ronaldo controló a la perfección y puso un centro con rosca medido para que Sergio Ramos se elevara por encima de su defensor y cabeceara a la red. Un gran tanto con el que el Real Madrid veía premiado su dominio del juego y su insistencia en busca del gol.
UN GOLPE DE MALA SUERTE
Durante la primera parte, el Almería no había podido hacer más que defenderse. Hasta siete jugadores llegó a acumular el equipo de Hugo Sánchez dentro de su propia área ante el asedio madridista. Pero el fútbol no es una ciencia exacta y, prácticamente en su primera aparición ante Casillas, Soriano aprovechó un rechace para empatar el partido con un disparo que antes de entrar tocó también en Albiol. No era justo, pero cuatro minutos después, Uche se llevó otro rebote y se quedó solo para batir a Casillas y dar la vuelta al marcador. La suerte vestía esta vez la camiseta del Almería.
ESPECTACULAR REMONTADA
El segundo gol del Almería pareció encender al Real Madrid. Los blancos estaban cuajando un gran partido, pero se habían encontrado con dos tantos en contra y el gol seguía resistiéndose. Hasta que en el minuto 72 volvió a aparecer Higuaín para sortear un rival y empatar con un disparo raso desde dentro del área.
La fiera madridista se había desatado y, arropada por su público, se fue en busca del gol de la victoria. Éste llegó a falta de nueve minutos gracias a Benzema, que había entrado al campo por Van der Vaart, y que aprovechó el rechace de un penalti que Diego Alves había cometido sobre Cristiano Ronaldo, y que el guardameta logró repeler. Dos minutos después, el propio Ronaldo puso la guinda al convertir el cuarto de la noche tras una excelente asistencia de Higuaín antes de ser expulsado por doble amonestación.
Al final, 4-2 y tres puntos importantísimos para el Real Madrid. Los blancos, que siguen contando sus partidos de Liga en casa por victorias esta temporada (siete, con 22 goles), dominaron el juego y supieron sacar la casta cuando el resultado lo pidió. Ahora, toca cambiar el chip y pensar en el partido del martes frente al Olympique de Marsella, en el que se jugarán su presencia en los octavos de final de la Liga de Campeones.
CRÓNICA
Tras realizar el saque inicial, el Almería perdió rápidamente el balón ante la presión del Real Madrid y vio cómo los blancos mantuvieron, durante más de un minuto, el esférico en los pies. La primera jugada del encuentro daba ya una idea de cómo iba a ser en su totalidad. Con Xabi Alonso como referencia en la medular, Granero y Van der Vaart disponiendo de libertad en la línea de tres cuartos, y Cristiano Ronaldo e Higuaín intercambiando constantemente sus posiciones en ataque, los madridistas se convirtieron desde el mismo comienzo en dueños del partido, con una posesión de balón incontestable.
Pellegrini ha hecho siempre mucho hincapié en dos conceptos: presión defensiva y movilidad en ataque. Eso fue exactamente lo que sus jugadores hicieron durante la primera parte. Los blancos salieron a por todas con un fútbol rápido y vertical que hizo que las ocasiones, algunas de ellas muy claras – Higuaín, Granero y Cristiano Ronaldo se encontraron con un inspirado Alves- fueran sucediéndose durante todo el primer periodo.
El juego y las ocasiones eran para el Real Madrid, pero el gol parecía resistirse. El conjunto blanco, no obstante, mantuvo la misma línea de juego consciente de que estaba en el camino acertado. Y así fue. Pasada la media hora de partido, Raúl Albiol abrió un balón a la banda derecha tras un rechace. Cristiano Ronaldo controló a la perfección y puso un centro con rosca medido para que Sergio Ramos se elevara por encima de su defensor y cabeceara a la red. Un gran tanto con el que el Real Madrid veía premiado su dominio del juego y su insistencia en busca del gol.
UN GOLPE DE MALA SUERTE
Durante la primera parte, el Almería no había podido hacer más que defenderse. Hasta siete jugadores llegó a acumular el equipo de Hugo Sánchez dentro de su propia área ante el asedio madridista. Pero el fútbol no es una ciencia exacta y, prácticamente en su primera aparición ante Casillas, Soriano aprovechó un rechace para empatar el partido con un disparo que antes de entrar tocó también en Albiol. No era justo, pero cuatro minutos después, Uche se llevó otro rebote y se quedó solo para batir a Casillas y dar la vuelta al marcador. La suerte vestía esta vez la camiseta del Almería.
ESPECTACULAR REMONTADA
El segundo gol del Almería pareció encender al Real Madrid. Los blancos estaban cuajando un gran partido, pero se habían encontrado con dos tantos en contra y el gol seguía resistiéndose. Hasta que en el minuto 72 volvió a aparecer Higuaín para sortear un rival y empatar con un disparo raso desde dentro del área.
La fiera madridista se había desatado y, arropada por su público, se fue en busca del gol de la victoria. Éste llegó a falta de nueve minutos gracias a Benzema, que había entrado al campo por Van der Vaart, y que aprovechó el rechace de un penalti que Diego Alves había cometido sobre Cristiano Ronaldo, y que el guardameta logró repeler. Dos minutos después, el propio Ronaldo puso la guinda al convertir el cuarto de la noche tras una excelente asistencia de Higuaín antes de ser expulsado por doble amonestación.
Al final, 4-2 y tres puntos importantísimos para el Real Madrid. Los blancos, que siguen contando sus partidos de Liga en casa por victorias esta temporada (siete, con 22 goles), dominaron el juego y supieron sacar la casta cuando el resultado lo pidió. Ahora, toca cambiar el chip y pensar en el partido del martes frente al Olympique de Marsella, en el que se jugarán su presencia en los octavos de final de la Liga de Campeones.
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