lunes, 18 de mayo de 2009

3-2: Demasiado castigo aunque tampoco mereció ganar.




El buen trabajo del Real Madrid en El Madrigal no tuvo premio. El equipo madridista cayó derrotado por 3-2 frente a un Villarreal que, pese a realizar un partido muy serio, no fue superior a los hombres de Juande Ramos. Sin embargo el cuadro amarillo, apremiado por la necesidad de sumar puntos para mantenerse cerca de los puestos europeos, consiguió sobreponerse en el minuto 89 al tanto conseguido dos minutos antes por Higuaín.


Partido entre grandes el disputado en El Madrigal. Ritmo, buen juego, emoción y goles en el enfrentamiento entre Real Madrid y Villarreal, que finalmente se llevó el gato al agua. El equipo blanco no quería que la imagen dada en Mestalla se repitiera y desde el inicio del encuentro optó por llevar el peso del juego e intentar mantener la posesión del balón en busca de ocasiones. Ante las numerosas bajas, Heinze formó en el centro de la zaga junto a Fabio Cannavaro, mientras que en el centro del campo Javi García fue el encargado de acompañar a Lass. Precisamente el canterano fue uno de los jugadores más activos del conjunto blanco, dando mucho criterio al juego de su equipo en la medular y fajándose con el peligroso y lleno de talento centro del campo del Villarreal.


El conjunto madridista pudo adelantarse en el marcador, pero en esta ocasión la fortuna le fue esquiva. Primero con un desafortunado despeje de Gonzalo que a punto estuvo de batir su portería, y posteriormente con un libre directo ejecutado por Rafael Van der Vaart en el minuto catorce que obligó a lucirse a Diego López. Más certero estuvo el cuadro de Manuel Pellegrini, que no desaprovechó la primera ocasión de que dispuso para ponerse por delante en el marcador. Robert Pirés, con un gran cabezazo a pase de Ibagaza en el minuto 17, adelantaba a los locales. Duro varapalo para los madridistas, que no obstante no cambiaron ni un ápice su planteamiento, haciendo su dominio más evidente y obligando al Villarreal a defender, prácticamente en pleno, en su propio campo. De esta manera, el partido llegaba al descanso con un inmerecida desventaja en el marcador para los madridistas.


En la segunda mitad, Juande Ramos decidió buscar un revulsivo y dar entrada a Gonzalo Higuaín en lugar de un Huntelaar que lo había intentado todo durante la primera parte, pero no había estado acertado. La apuesta no le pudo salir mejor al técnico madridista, puesto que en su primer contacto con el esférico, el Pipita ya resultó decisivo. Gran incorporación de Miguel Torres por la izquierda y buen centro al segundo palo. Allí apareció el delantero argentino para hacer una gran dejada que habilitó a Van der Vaart para rematar a placer. Sólo había transcurrido un minuto tras la reanudación y el conjunto madridista devolvía las tablas al marcador.



Tras el tanto, el Real Madrid pudo incluso adelantarse en el marcador, especialmente en una gran jugada individual de Robben cuyo remate pasó francamente cerca de la escuadra. El resultado no valía a los locales, que con el paso de los minutos fueron progresivamente adelantando sus líneas. En juego estaba seguir la estela de los equipos metidos en la lucha por los puestos europeos, un objetivo ambicioso que provocó que los amarillos fueran acercándose a los dominios de Iker Casillas. No necesitaron demasiado los pupilos de Pelegrini, que se volvieron a adelantar en la primera ocasión clara que tuvieron. Cani aprovechó un rechace dentro del área madridista para poner el 2-1 en el minuto 61. Un duro golpe para un equipo, el madridista, que estaba haciendo méritos para adelantarse y que pasó por unos momentos complicados antes de volver a poner cerco a la portería de Diego López.



Dani Parejo y Royston Drenthe entraron al terreno de juego, en busca de una ocasión para volver a empatar. Llegó en el minuto 87, cuando Higuaín aprovechó un rechace dentro del área para batir a diego López con un sutil toque y volver a empatar ante las protestas de los jugadores del Villarreal por un posible fuera de juego. Una alegría que duró poco, concretamente dos minutos. Los que tardó Capdevilla en volver a adelantar a su equipo tras aprovechar un centro desde la izquierda que se escapó de las manos de Iker Casillas y se convirtió en el definitivo 3-2. Resultado demasiado duro para el Real Madrid, que mereció más pero no pudo evitar la derrota.





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