Sergio Ramos lleva mucho tiempo callado y sin buscar protagonismo. Hace tiempo que ha perdido el predicamento que tuvo con la afición madridista en sus tres primeros cursos de blanco (Florentino lo fichó el 31 de agosto de 2005 por 27 millones de euros). Esta temporada bajó su rendimiento y fue criticado vorazmente, olvidando esas voces que es un chaval de 22 años en progresión continua y que le tocó hacer de Alves y Beckham ante la no llegada del primero y la marcha del segundo. Sergio Ramos está dispuesto a hacer borrón y cuenta nueva para ganarse de nuevo a esa afición que le mira con lupa.
Para muestra, un botón. El pasado sábado, Sergio interrumpió sus vacaciones (tiene permiso hasta el 27 al haber estado en Suráfrica) para pasarse a media tarde por Valdebebas, donde sus compañeros afrontaban la segunda sesión del día. El sevillano se abrazó a sus colegas y saludó a los nuevos, empezando por Cristiano y acabando por Benzema, Garay y Negredo. Les deseó lo mejor para Irlanda y dijo que volvería como una moto para luchar por ganar todo esta temporada. También aprovechó la visita para someterse a una sesión de recuperación de su pubalgia.
SOLIDARIO.
Sergio, además, hará otro parón en sus vacaciones para viajar a Mali. El de Camas colabora con UNICEF y allí le enviarán para que visite a los niños que sufren de malaria. Es la otra cara del ídolo, alejada del glamour que tanto daño ha hecho a la imagen de un deportista que busca ser lo que siempre fue: un referente para los niños y un futbolista que se deja la vida en el terreno de juego. Sergio Ramos empieza de cero. Bueno para el Madrid.
Para muestra, un botón. El pasado sábado, Sergio interrumpió sus vacaciones (tiene permiso hasta el 27 al haber estado en Suráfrica) para pasarse a media tarde por Valdebebas, donde sus compañeros afrontaban la segunda sesión del día. El sevillano se abrazó a sus colegas y saludó a los nuevos, empezando por Cristiano y acabando por Benzema, Garay y Negredo. Les deseó lo mejor para Irlanda y dijo que volvería como una moto para luchar por ganar todo esta temporada. También aprovechó la visita para someterse a una sesión de recuperación de su pubalgia.
SOLIDARIO.
Sergio, además, hará otro parón en sus vacaciones para viajar a Mali. El de Camas colabora con UNICEF y allí le enviarán para que visite a los niños que sufren de malaria. Es la otra cara del ídolo, alejada del glamour que tanto daño ha hecho a la imagen de un deportista que busca ser lo que siempre fue: un referente para los niños y un futbolista que se deja la vida en el terreno de juego. Sergio Ramos empieza de cero. Bueno para el Madrid.
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