
Para muestra, un botón. El pasado sábado, Sergio interrumpió sus vacaciones (tiene permiso hasta el 27 al haber estado en Suráfrica) para pasarse a media tarde por Valdebebas, donde sus compañeros afrontaban la segunda sesión del día. El sevillano se abrazó a sus colegas y saludó a los nuevos, empezando por Cristiano y acabando por Benzema, Garay y Negredo. Les deseó lo mejor para Irlanda y dijo que volvería como una moto para luchar por ganar todo esta temporada. También aprovechó la visita para someterse a una sesión de recuperación de su pubalgia.
SOLIDARIO.
Sergio, además, hará otro parón en sus vacaciones para viajar a Mali. El de Camas colabora con UNICEF y allí le enviarán para que visite a los niños que sufren de malaria. Es la otra cara del ídolo, alejada del glamour que tanto daño ha hecho a la imagen de un deportista que busca ser lo que siempre fue: un referente para los niños y un futbolista que se deja la vida en el terreno de juego. Sergio Ramos empieza de cero. Bueno para el Madrid.
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