Ganar o morir. Era el titular del importantísimo partido que España tenía que disputar ante Honduras y que dictaría sentencia acerca de sus opciones de clasificarse para la siguiente ronda. El combinado nacional necesitaba una victoria y la buscó desde el primer minuto en un encuentro que encarriló pronto David Villa cuando en el 17’ firmó una sensacional jugada y puso el 1-0 en el marcador.
A partir de ahí España se quitó un poco la presión pero no bajó un ápice la intensidad, y las oportunidades para la Selección se sucedieron una y otra vez sin encontrar recompensa de cara a portería. Con mínima ventaja en el marcador, que no en el juego, donde era máxima, se marchó el combinado nacional a los vestuarios del Ellis Park tras contabilizar al menos media docena de ocasiones claras de gol.
Tras la reanudación más de lo mismo. España quería seguir engordando el marcador y otra vez fue Villa quien se encargó de hacerlo con un disparo desde la frontal del área que se coló en el marco defendido por Valladares. Corría el minuto 51 y el guión siguió siendo el mismo hasta el final. España fue dueña absoluta del encuentro, manejando el balón y firmando el fútbol que tanto le gusta. Sólo faltaron más goles. Villa tuvo el tercero en sus botas, pero el Guaje falló un lanzamiento de penalti en el 61’ y el marcador no volvió a moverse. Lo más importante fueron los tres primeros puntos con los que España se coloca segunda del Grupo H, por detrás de Chile (6) y empatado con Suiza.
Volvieron a ser tres los madridistas que salieron de inicio en el segundo partido de España en Sudáfrica. Como ya sucediera ante Suiza, Iker Casillas, Sergio Ramos y Xabi Alonso fueron titulares en el combinado nacional. Además, en el 76' Álvaro Arbeloa debutó en el Mundial sustituyendo a su compañero Sergio Ramos.
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