En Camas, lo que siempre se espera es que aparezca un buen torero. Curro Romero, por ejemplo. Pero de lo que ahora se sienten muy orgullosos es de 'el Schuster', el niño Ramos, que desarrolló como un Tarzán en esto del fútbol, para saltar del Pizjuán al Real Madrid y hacerse un sitio en la historia defendiendo la Roja de España. Un portento físico que jugaría bien donde le pusieran: lateral, central o volante, si Del Bosque se empeñara. Sergio Ramos está en plena madurez, superados tránsitos confusos, para confirmar en Sudáfrica que es uno de los defensas más completos del mundo.
Su amigo íntimo Antonio Puerta le protege y le admira desde el cielo. Sergio le recuerda en cuanto puede y le dedica los triunfos. Juntos crecieron en el Sevilla, compartiendo habitación con Kepa y Navas. Juntos soñaron aquél día frío de febrero de 2004 en el que Sergio, con 17 años, debutó en Primera.
Blanco. Tenía sólo 19 años cuando Florentino puso 27 millones sobre la mesa a Del Nido y se lo llevó al Bernabéu. Era agosto de 2005 y la vida de Ramos iba a cambiar en lo personal y profesional. Entró en la Galaxia blanca dando un subidón de cotización.
Ramos lo dio todo siempre, aunque atravesó fases de menos acierto. No obstante, de raíz es un crack, un futbolista de los que hay pocos, un defensa integral. Luis tiró de su bravura y Del Bosque lo inscribió en su lista como oxígeno puro para la Roja en Sudáfrica. Nadie parará al 'Schuster', que además lo borda poniendo música en el vestuario.
Su amigo íntimo Antonio Puerta le protege y le admira desde el cielo. Sergio le recuerda en cuanto puede y le dedica los triunfos. Juntos crecieron en el Sevilla, compartiendo habitación con Kepa y Navas. Juntos soñaron aquél día frío de febrero de 2004 en el que Sergio, con 17 años, debutó en Primera.
Blanco. Tenía sólo 19 años cuando Florentino puso 27 millones sobre la mesa a Del Nido y se lo llevó al Bernabéu. Era agosto de 2005 y la vida de Ramos iba a cambiar en lo personal y profesional. Entró en la Galaxia blanca dando un subidón de cotización.
Ramos lo dio todo siempre, aunque atravesó fases de menos acierto. No obstante, de raíz es un crack, un futbolista de los que hay pocos, un defensa integral. Luis tiró de su bravura y Del Bosque lo inscribió en su lista como oxígeno puro para la Roja en Sudáfrica. Nadie parará al 'Schuster', que además lo borda poniendo música en el vestuario.
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