
CRÓNICA
Más de diez disparos a puerta, dos remates que se estrellaron en el palo, un tanto anulado, dos acciones protestadas por el público como posibles penalties y, sobre todo, un gol de bella factura. Nada resume mejor el dominio mostrado por el Real Madrid en el partido que esta concatenación de acciones ofensivas. El recital lo comenzó Granero, una de las novedades en la alineación de Pellegrini –Drenthe fue la otra cara nueva-. El disparo del canterano con su pierna menos buena se marchó desviado (11’).
Los blancos elaboraban el juego con paciencia y precisión. El esférico llegada de las bandas al centro, como mandan los cánones, y esa circunstancia se convertía en más remates desde fuera del área y más aplausos del público. La prueba, los disparos de Xabi Alonso (12´) y Kaká (18´) que se encontraron con el poste y con Toño, respectivamente.

LAS OCASIONES CONTINUARON EN EL SEGUNDO ACTO
Benzema también lo intentó antes de finalizar la primera mitad, pero el cuerpo de Toño (27´) y un derribo en el área muy protestado por el público (33´) lo separaron de su objetivo. No cambió el guión en el segundo acto. El Real Madrid seguía dominando por juego y ocasiones mientras que Casillas era un mero observador más del encuentro. Fruto de ello llegó el tanto anulado a Benzema (9´). Asistencia de Granero y magistral remate de tacón del francés –utilizó el único recurso que tenía-.
Raúl sustituyó al galo. Cambio de cromos, pero mismo dominio sobre el césped. Se pudieron contabilizar hasta cinco ocasiones locales más. La más clara estuvo en los pies de Higuaín, pero el goleador de la noche no pudo batir a Toño en el mano a mano (24’). Los blancos merecieron muchos más goles, pero aún así el tanto de Higuaín sirvió para firmar el mejor arranque en Liga de las últimas 18 temporadas y, sobre todo, otorgar el liderato a los madridistas.
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