La Guía de la ATP dirá que esta de París-Bercy fue la quinta victoria en fila de Rafa Nadal sobre Nico Almagro. Pero fue un calvario, un martirio y una batalla: para Nadal y para Almagro, vencedor y vencido. Tras 194 minutos, Nadal debería haber enfundado en un guante de crin ese puño que alzó al aire pesado de Bercy, junto a la Estación de Lyon. Nadal sobrevivió como los grandes killers de las doce cuerdas: por negarse a perder, por negarse a admitir la derrota. Como si Bercy fuera Iwo Jima, Nadal ganó porque fue the last man standing: el último hombre en pie.
Pero Nadal no olvidará el cañoneo plano de Almagro, con derecha y revés, dirigido por Josep Perlas, bajo el recuerdo de la gran ocasión perdida en el pasado US Open. Almagro atacó metódicamente el débil servicio de Nadal que, tras dos horas de castigo, se halló ante el paredón de cinco bolas de partido. Los primeros saques de Nadal flotaban a casi 40km/h por debajo de los de Almagro, quien servía más allá de 210 por hora. Almagro manejó hasta 14 puntos para quebrar los saques de Nadal.
Con 6-5 y servicio en el segundo set, Almagro dispuso de esos cinco tiros de gracia. Como por milagro, las cinco balas se limitaron a trazar la silueta del killer de Manacor que arrebató el set en la muerte súbita. Dispuesto a morir matando, Almagro escapó hasta el 3-1 en el set final. El Ojo de Halcón evitó el 4-1. En 3-3, Almagro se echó mano al muslo, gritando de dolor. Vino el trainer. Estertor de Almagro: 5-3. Y Nico ya no pudo más: Nadal le remató en cuatro dolorosos juegos finales y se cruza hoy con Robredo, que batió a Berdych (doble 6-4). O sea: Robredo (0-5 ante Nadal) desembarca en Iwo Jima.
Y BENNETEAU ELIMINÓ A FEDERER
Roger Federer llegó a París y se despidió en su estreno. El francés Julien Benneteau, que empezó perdiendo, consiguió desquiciar al suizo y se llevó el partido (3-6, 7-6 (4) y 6-4). Incluso hubo un momento en el que el francés tuvo que ser atendido por su fisio, pero se recuperó y se impuso al número uno en una hora y 55 minutos.
Pero Nadal no olvidará el cañoneo plano de Almagro, con derecha y revés, dirigido por Josep Perlas, bajo el recuerdo de la gran ocasión perdida en el pasado US Open. Almagro atacó metódicamente el débil servicio de Nadal que, tras dos horas de castigo, se halló ante el paredón de cinco bolas de partido. Los primeros saques de Nadal flotaban a casi 40km/h por debajo de los de Almagro, quien servía más allá de 210 por hora. Almagro manejó hasta 14 puntos para quebrar los saques de Nadal.
Con 6-5 y servicio en el segundo set, Almagro dispuso de esos cinco tiros de gracia. Como por milagro, las cinco balas se limitaron a trazar la silueta del killer de Manacor que arrebató el set en la muerte súbita. Dispuesto a morir matando, Almagro escapó hasta el 3-1 en el set final. El Ojo de Halcón evitó el 4-1. En 3-3, Almagro se echó mano al muslo, gritando de dolor. Vino el trainer. Estertor de Almagro: 5-3. Y Nico ya no pudo más: Nadal le remató en cuatro dolorosos juegos finales y se cruza hoy con Robredo, que batió a Berdych (doble 6-4). O sea: Robredo (0-5 ante Nadal) desembarca en Iwo Jima.
Y BENNETEAU ELIMINÓ A FEDERER
Roger Federer llegó a París y se despidió en su estreno. El francés Julien Benneteau, que empezó perdiendo, consiguió desquiciar al suizo y se llevó el partido (3-6, 7-6 (4) y 6-4). Incluso hubo un momento en el que el francés tuvo que ser atendido por su fisio, pero se recuperó y se impuso al número uno en una hora y 55 minutos.
A Nadal le está costando ser el que fue, es difícil llegar a ese nivel y mantenerse tanto tiempo, se ha puesto el listón muy alto, pero ahi está, sigue siendo un crack. Un abrazo picha.
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