GRACIAS equipo, GRACIAS afición: diario de un viaje perfecto.

Estas son las palabras perfectas para ponerle a un día perfecto. Ni mas ni menos. Lo que voy a escribir a continuación no es la crónica del partido, ya hay una muy buena y esa está en el Blog de Dubo. Lo que quiero trasmitiros simplemente son las vivencias de un día que al menos para mi fue muy especial.


Todo empezó a las 9 de la mañana en el estadio Cartagonova. Allí nos encontrábamos todos los aficionados que nos disponíamos viajar a Madrid para darle alas a un equipo que nos necesitaba mas que nunca. Tengo que decir que estábamos ilusionados pero por otra parte teníamos miedo de que pasara como en otros desplazamientos, que nos volviéramos tristes y abatidos porque el resultado no era el esperado.


Pues con esas ganas y esa ilusión iniciamos el viaje en los famosos 4 autobuses "fantásticos". La gente estaba tranquila, escuchábamos música, comíamos, intentábamos arreglar el mundo, etc..


Con un alto en el camino, donde pudimos cambiarle el agua al canario y estirar un poco las piernas, llegamos a Valdebebas, concretamente a la Ciudad Real Madrid. Aprovechó para deciros que sí, ese gran complejo que se ve por la tele y que a veces nos podemos pensar que algo así no es posible, existe. Es algo increíble.


El partido entre el F.C. Cartagena y el R.M. Castilla comenzaba a las 1700 horas y nosotros llegamos al lugar 2 horas antes. Así que aprovechamos para descansar, comer y seguir arreglando el mundo. Sobre las 1615 nos repartieron las entradas y comenzamos a entrar al estadio Alfredo Di Stéfano.


Con un clima algo loco, fuimos colocándonos en los asientos, colgando tambíen nuestras pancartas, banderas, etc. Fue entonces cuando nuestros jugadores saltaron al campo a calentar, nostros empezamos a corear los primeros cánticos. Unos cánticos que no cesarían practicamente en ningún momento (ojalá fuera siempre así).


Tras terminar la primera parte, aproveché para cambiarle de nuevo el agua al canario y preparame para ver una segunda mitad que desde luego cambiaría todo.


Era el minuto 72 de partido cuando Carmona, con un golazo de los que solo se pueden ver en futbolistas con clase, hizo que los mas de 300 aficionados que nos encontrábamos allí estallásemos de locura. Carmona se vino hacia nosotros y junto a otros compañeros celebramos el gol de una manera increíble (cada vez que lo pienso se me pone la piel de gallina, no exagero).


A partir de ese momento la gente se volvió loca, con algo de respeto también porque otras veces cuando teníamos todo a favor siempre había algo que nos bajaba de la nube. Pero hoy no fue uno de esos días. Cuando el arbitro pitó el final, los allí presentes tocamos el cielo. Todos los jugadores se vinieron con nosotros, y con el capitán Mariano Sánchez a la cabeza, festejamos la victoria de un modo mágico. Con una mezcla de rabia, ilusión, alegría, esperanza, etc, los jugadores se quitaron las camisetas y nos las regalaron. Fue en ese momento cuando yo me di cuenta de lo que hasta ahora no había visto realmente, me centré en el capitán, y cuando vi la forma de gritar, de subir los brazos clamando: " Vamos ostia", me di cuenta de que estos jugadores tienen muchas ganas de hacer algo grande, de cambiar la historia, de brindar a Cartagena ese ascenso esperado.


Tuve que estar allí para darme cuenta de eso, porque solo en esos momentos uno no puede contenerse y saca todo lo que lleva dentro, y os puedo asegurar que estos jugadores tienen muchas ganas, muchas.


Y con esto, sin mucho tiempo para mas, volvimos a nuestros autobuses. Todos ívamos con una satisfacción y una sonrisa en la cara que no pudimos borrar durante toda la vuelta. Cánticos, risas, en definitiva, ALEGRÍA. Esto era lo que nos hacía falta a todos, equipo y afición, y yo pienso que la gente ahora ve ese sueño mucho mas cerca y sabemos de que es posible.


Sobre las 0050 llegamos de nuevo al punto de donde salimos la mañana anterior. Nadie se acordó del cansancio, desde luego ese día había que guardarlo en la memoria porque fue un día muy grande...


Desde aquí os pido que estemos con el equipo, que no seamos mas pesimistas porque creedme, yo lo que viví en el dia de ayer me hizo reflexionar, y me di cuenta de que había estado equivocado muchas veces con los jugadores. El domingo tenemos otra final y tenemos que estar con los nuestros. No podemos fallarles, no se lo merecen. Domingo 26 a las 1800 en el estadio municipal Cartagonova. El sueño está mas cerca, todo depende de nosotros. Toquémoslo!!!